viernes, 5 de agosto de 2011

PERIODO DE ADAPTACIÓN EN LOS NIÑOS QUE VAN POR PRIMERA VEZ A LA ESCUELA


El ingreso en la escuela infantil supone un cambio muy importante para el niño, pues es pasar del entorno familiar, de un ambiente que siempre le ha proporcionado seguridad, protección, a un ambiente nuevo y desconocido para él, con otros niños y adultos. Pueden surgir conductas particulares en las primeras semanas, llanto, pataletas, retraimiento, etc.; pero se debe tener presente que una adecuada intervención ayudará a superar este proceso y que no solo es un periodo de adaptación para los niños, para los padres y la educadora también lo es.

Las reacciones más comunes que suelen surgir en este periodo son:

Conductas externalizantes: Niños que lloran, patalean, pegan, no quieren comer, se niegan a dormir e incluso pueden aparecer enuresis.

Conductas internalizadas: Niños que se muestran retraídos, callados, que experimentan una reacción depresiva, evitarán la relación con los otros niños y con la maestra, se refugiará en su soledad o en el objeto que haya traído de su casa, preferirán estar solos.

En general todo niño o niña pasará por un período de adaptación, no debemos alarmarnos sino estar atentos a sus reacciones pues un niño que no llora o no reclama atención puede pasar como inadvertido. En este y todos los casos hay que prestarle mucho apoyo, afecto, transmitirle la seguridad necesaria.

Sugerencias para padres

  • Considerar las conductas de este periodo como normales, sin presiones ni preocupaciones, es una etapa que pasa todo niño, lo mejor será ayudarlo, darle la seguridad que necesita y apoyar a la profesora por el bienestar del niño.

  • Cada niño es diferente, algunos demoran más en adaptarse, compréndalo.

  • Tenga cuidado con transmitir al niño sus temores, su ansiedad, aunque eso esté pasando, es prudente conversarlo con personas adultas, pero sin perjudicar al niño.

  • Cuando se deja al niño en el nido, hay que despedirlo con alegría, con seguridad y afecto. No hay que acostumbrarlo a que llore para que usted regrese. Hable con el previamente para que se sienta más seguro.

  • Cuando llore dígale con tono firme y sereno que usted regresará. Su actitud se transmitirá al niño. Cuando lo recoja, sea puntual, no cause en él sentimientos de abandono.

  • Converse con él acerca de lo que hizo en la escuela, felicítelo por sus logros y por los juegos y actividades que realiza.
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